Antes de enseñaros las compras que hice en Sitges quería deciros que también conocí a
Chelo. La vi el sábado por la mañana, poco después de las once, cuando todavía se podía circular por dentro de las carpas. Me pareció una persona encantadora, como ya me imaginaba que sería, aunque sólo la conociera a través de su blog. En ese momento yo no llevaba la cámara porque se la había quedado mi hija, y cuando le dije que me gustaría tener una foto con ella, no dudó en ofrecerse a hacernos una con su cámara y enviármela.